lunes, 15 de septiembre de 2014

***Pasado***

Todo había salido mal desde el principio.

La pequeña habitación estaba abarrotada; la figura más alta, pertenencia a Roberto quien miraba la escena que había provocado.
Helena (su amada Helena), estaba en la casa cuando el llegó. Le había propuesto que se fuera con el, ella se negó.
- ¿Ya no recuerdas lo felices que éramos? - Le recordó.
- Tu lo has dicho: éramos. Ahora vete, por favor.
Se quedaron mirándose, sin decir ni una palabra.
El sabía que podría negarse, pero, ¿como podía vivir ahí? Era una casa, si, pero para ella, el solo veía una caravana. 
- ¿Tanto lo quieres?
- Si. Más de lo que te quise a ti....
Eso fue demasiado para el. ¿Como podía decir aquello? Como...
Ella se había dado la vuelta. Entonces fue cuando vio el cullicho, al lado de un cenicero. ¿Aún fumaba?. Cogió el cuchillo  y se lo Clavo varias veces en la espalda.
Toda su rabia concentrada se evaporo, cuando el cuerpo cayó al suelo haciendo un ruido sordo. Su respiración se acelero. 
- Oh no......Oh no.......- murmuro.  
Dejo caer al suelo el cuchillo ensangrentado y cayo de rodillas. 
Helena su amada....
En ese momento se abrió la puerta y entro un niño. 
- ¡¡Mamá!! 
¿Que? ¿Mamá? Helena....ese era su hijo......eso no lo sabia.
Con razón no podía irse con el.....
Aquel hombre (su marido) le había dado un hijo. El hijo con el que Roberto y Helena tantas veces habían hablado de tener,
Nunca pensó que de aquel matrimonio podía salir nada bueno. 
El niño, cruzo la (corta) distancia y se arrodillo al lado de su madre y miro con horror la mancha de sangre que se había formado en el jersey.
- ¿Por que? - preguntaba una y otra vez con voz quebrada. 
Roberto se levanto y retrocedió, mirando aun al hijo de Helena.
A ese niño al que había dejado huérfano en poco menos de una semana.
"¿Por que no huye?" se preguntaba. Niño tonto...

El chico se parecía mucho a su madre, pero, para su desgracia también tenia cierto parecido con su padre. Había soltado el cuchillo pero inmediatamente tomo un jarrón que estaba muy cerca del cenicero. Esta vez dirigió su rabia (y sus celos) contra el niño, que cayo inerte encima del cuerpo de su madre.

    
Aquellos recuerdos lo atormentarían siempre.

El ruido del jarrón al partirse en mil pedazos lo hizo volver a la realidad. 
Se agacho y puso los dedos en el cuello del chico.  Aun respiraba. 
- No estas muerto ¿eh? - Dijo en voz alta. 
Volvió a levantarse, pensando que hacer. Nadie debía saber que había estado ahí. Nadie. Helena estaba muerta y el niño.....no llegaría a despertar. 
Busco en los muebles de aquella cocina y consiguió unas cerillas. Después,salio de la caravana, fue hasta su coche donde guardaba unas garrafas con gasolina y las llevo de vuelta a la caravana. 
"Destruir....." pensó.  
Comenzó a echar la gasolina por toda la casa. Por todos los rincones que pudo. Llego a los dos cuerpos y también les echo por encima, los empapo. El niño no se movió. 


Prendió una cerilla y la echo al suelo. El fuego comenzó a lamer el suelo y se dirijo en primer lugar a la cocina donde empezó a subir por las paredes y por las cortinas de la caravana. No había tiempo, tenia que salir de allí si no quería tener el mismo destino que aquellos infelices. Se dirigió a la puerta y se giro sin saber porqué a mirar al chico quien seguía sin mover ni un dedo.
Había tres personas en aquel lugar, pero solo dos corazones seguían latiendo.
Aquel pequeño corazón que acompañaba al suyo en latidos, le pesaba, aun así, salio de allí. 


Estaba ya a una buena distancia de la caravana, cuando paro. 
Se giro de nuevo intentado averiguar que era lo que le pasaba. Desde que había esparcido la gasolina por el lugar; desde que había decidido el destino de esos infelices......
De ese Infeliz....... 
- El chico.....- murmuro.- Tengo que......
Era inocente. No tenia la culpa de nada.
"Y es el hijo de Helena.....una parte de ella, vive en el......"
Corrió a la caravana, donde ya salia humo negro y abrió la puerta. 
Estaba exactamente como lo había dejado. El fuego ni se le había acercado. Pero aun podía morir por culpa de aquel aire contaminado. Se acerco y lo levanto del suelo. 
"......Podría ser su padre....."  Se dijo en un vano intento por tranquilizarse. 

Salio de la casa con el niño en los brazos, con el corazón bombeando de forma dolorosa. 
- Y ahora ¿que hago contigo? - dijo mirándolo. . 
El niño no le perdonaría mientras viviera. 
Lo odiaría, por supuesto. 
- y estarás en tu derecho - siguió hablando en voz alta, aunque sabia que no podía escucharlo.
Dejo al niño en el asiento del copiloto y le puso el cinturón de seguridad.
Se metió en el coche y lo arranco. 
Mientras se alejaban miro por el espejo retrovisor. 
La caravana ardía cada vez más. 
"Has matado a la mujer que amabas... has quemado su casa, destruyendo todas sus pertenencias (y las del chico) y ahora te has llevado a su hijo al que por cierto, has destrozado la vida...." 
- Vale...- se intento tranquilizar.....vale. . 
Como a modo de respuesta el chico gimió. 
Roberto siguió conduciendo.
No tenia ningún destino fijo. Solamente quería alejarse de ese lugar.


**********************************************************************


"Bueno, ¿Cuando vas a dejar de ignorarme? 
Roberto levanto la cabeza y él chico lo miraba con impaciencia. Sus ojos acusaban y también revelaban cierto enojo.

Aun recordaba en su mente a aquel chiquillo lleno de pánico. Cuando se arrodillo al lado de su madre recién muerta...

Después de recatarlo de la casa (vale, caravana) que el mismo acababa de prender en llamas, se lo llevo a una pequeña casa (desde luego mas grande que la casa que acababa de destruir) que le pertenecía. 
Lo dejo en un cuarto solo y Roberto salio unos minutos; Los suficientes para que el niño despertara, recordara todo y se espantara. 
El niño se levanto rápidamente de la cama y fue a esconderse en un armario. 
Cuando volvió al cuarto roberto no vio al chico donde lo había dejado. pero el niño se movió e hizo un ruido que delato su escondite.  Roberto decidió dejarlo un rato tranquilo.
Al rato volvió, abrió el armario y ahí estaba, dormido, acurrucado encima de una manta que se había caído. Lo saco y lo dejo de nuevo en la cama; y, cuando volvió a despertar, Roberto estaba con el. 
- Tu Nonbre - dijo simplemente. 
El niño no respondió. 
- Dime tu nombre ahora o te lo sacare yo. 
- Alexander - Dijo finalmente ¿quien no lo diría ante tal amenaza?
Roberto se quedo mudo. Helena y el también hablaron del nombre de un niño o niña futuros. Helena siempre decía que sabia que le nacería un niño y siempre decía ese mismo nombre.
En ese momento volvió a recordar que ese niño no era un chico cualquiera sino el hijo de su amada Helena. 
- Vale - dijo. - ahora vives aquí. 
- Por favor.... - empezó el chico. 
- Puedes ir a donde quieras. Puedes moverte libremente por la casa pero no puedes salir de ella. 
- Pero, necesito saber....
- No necesitas saber nada. - lo corto - Quédate aquí y punto. 
Y salio sin esperar mas reacción en Alexander. 

No se había dado cuenta de lo cambiado que estaba, lo qué había crecido. Sus largos dedos se movían al son de alguna melodía que sin duda, acababa de tocar. ¿Cuando dejó de ser un niño asustado para transformarse en un joven insolente? 

Roberto siguió mirándolo y se dio cuenta de que aquel día,  del que ya habían pasado cinco años, tomo la decisión correcta. 

Roberto le daba todo, aunque Alexander no pedía nada. 

Lo único que quería era que le devolviera su libertad y a su familia. 
Llevaba años sin salir a la calle. Seguía encerrado en aquella casa. Quería volver a salir, volver a sentir la arena en sus pies. Dar un largo paseo y que el viento. le hiciera cosquillas en la cara. Volver a correr, gritar a pleno pulmón. 
"Papa puede que este vivo..." pensaba. No sabia que el hombre que tenia delante lo mato antes que a su madre. 
"Soy mayor, mas fuerte y ya no tengo (tanto) miedo como antes...." Se dijo, y tomo una decisión. "Escapare....si......voy a escapar. 
                                                                ~ FIN ~

4 comentarios:

  1. Muy interesante... me has dejado esperando qué pasará y creo que esa es la reacción que todo escritor quiere provocar en sus lectores... nos leemos¡¡¡

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. :D Me alegro mucho¡ que bien que te quedes con algo de intriga.... :) Jejejejeje Es verdad, es una reacción que deseaba provocar. ¡gracias!

      Eliminar
  2. Wow... qué oscuro, mi querida... qué oscuro. Y sí, hay una gran complejidad ahí, una relación amor-odio entre los personajes que puede resultar muy interesante... me recuerda la relación entre mi Mael y mi Iván, en Gothic Fate. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. :D Que alegría¡¡ No sabia si le había dado el toque de oscuridad que quería.
      Esta historia llevaba mucho tiempo en mi cabeza..... y decidí que ya era hora de sacar a Alexander y trasformarlo en algo más que ser una simple idea.

      ¡Muchas gracias por tu comentario!

      Eliminar